sábado, 1 de septiembre de 2007

I

“Habían pasado ya varios años desde la última vez que la vio pasar, no recordaba exactamente cuántos, pero le parecían suficientes para decir que ya había pasado suficiente tiempo. De vez en cuando todavía recordaba aquellos tiempos a su lado con cierto cariño, pero siempre agradecía que se quedaran en el pasado. – Hacia delante con paso firme – se decía siempre. Y es que siempre se preguntaba por qué le era tan importante... si no fue nada particularmente especial… ¿por qué le había marcado para toda su vida?, ¿que tuvo ella que nadie más ha logrado? Las respuestas siempre afloraban a su mente, era simplemente porque ella atravesó aquella barrera que le separaba del resto del mundo, a ella, y sólo a ella le permitió alguna vez conocerlo en su forma más vulnerable.
Entrar con patines en una tienda de cristalería fina haciendo malabares con la mercancía, tocándolo todo para mancharlo sin comprar nada, gritando por los pasillos y manipulando a los empleados; Solo así podía describir su presencia, pero aún así, la recordaba con cariño, cariño que nunca podría perder, cariño que aunque no ganó, se le otorgó incondicionalmente.
A pesar de todo, la tienda seguía abierta, aunque se restringió la entrada muchas personas, pues no se podía permitir otro caos como anteriormente…”


-¿Qué haces? – Preguntó Michelle con su misma sonrisa en aquella cara inocente y aquella voz dulce que le derretía
Él tapó rápidamente sus notas con algo de pena –Nada - y notando que no podía disimular la pena intentó argumentar algo inteligente. – Unas pequeñas notas de un proyecto-
-Ok, no te agotes – Fue lo único que ella respondió, y con un beso se retiró a continuar sus actividades.
- Tengo que dejar de escribir estas cosas – Se repetía – 5 años y a veces todavía pienso en ella… ¿Me preguntó que habrá pasado con ella? En fin, mucho trabajo y debería terminarlo… Ah, suena mi celular
-¿Qué pasa?... Ok... A las 10 supongo... No mames, ¡es de nacos!... Ahora sí estamos hablando... Va, yo les aviso…
- Oye Michelle, vamos de antro hoy a las 10, y no puedes decir que no
-Eh!, Pues no estoy segura, quiero hacer algo diferente hoy
-No seas naca wey! Es viernes, no puedes quedarte en tu casa en viernes y sabes que todo el mundo va a estar ahí.
-Mmm… Ok pues, vamos!


Así, como todo viernes, se juntó con la misma gente en el mismo lugar, y bailaron, tomaron, se emborracharon, y se levantaron con una cruda que les hiso jurar no volver a tomar otra vez.

...

1 comentario:

La Stella dijo...

como quitar el miedo de que nadie quiera entrar a la tienda, por esa persona que ya entro y dejo todo manchado?